Defiende Siempre tus Creencias
Lo único que es tuyo, que realmente poses son tus creencias, tú las creaste en tu mente, ¡claro!, basado en lo que escuchaste, leíste o viste, pero de todo eso formaste algo propio, algo con tu “toque personal”. Defiende eso.
Es muy fácil ceder ante la presión del grupo, es decir, de tus amigos o familia, o compañeros o inclusive de tu pareja. No lo hagas.